jueves, 17 de noviembre de 2022

¿TIENEN ÉXITO LOS EMPRENDEDORES INMIGRANTES? UN ANÁLISIS DE LA SUPERVIVENCIA EMPRESARIAL DE LOS NEGOCIOS CON INCUBACIÓN PÚBLICA EN ANDALUCÍA

Entrada elaborada con Víctor Bellido Jiménez y Domingo Martín Martín y publicada en el blog "La riqueza de las regiones" de la Asociación Española de Ciencia Regional.

La creación de un negocio proporciona un medio de vida y puede mejorar la situación socioeconómica de los inmigrantes, especialmente en el caso de los que muestran una desventajosa inserción en el mercado de trabajo. A este respecto, la supervivencia de las empresas creadas por inmigrantes puede considerarse un indicador elemental del éxito de sus iniciativas empresariales.

En un reciente trabajo publicado en la revista Investigaciones Regionales – Journal of Regional Research- (Bellido-Jiménez, Martín-Martín y Romero, 2022) analizamos la supervivencia de las empresas incubadas por la Fundación Andalucía Emprende (AE). AE ha sido el instrumento fundamental de la Junta de Andalucía para la promoción del emprendimiento y el desarrollo de la pyme en las últimas dos décadas. La actuación de AE se enmarca en el esfuerzo desplegado por el gobierno regional para impulsar el espíritu empresarial y la actividad emprendedora en Andalucía (Romero y Fernández-Serrano, 2014).

Nuestro análisis se construye a partir de un estudio de la supervivencia anual de 1,974 negocios incubados por los servicios de apoyo público de esta fundación en el período 2009-14, incluyendo iniciativas impulsadas por auto-empleados (empresarios individuales) de nacionalidad española y extranjeros. Desde la perspectiva metodológica, el análisis emplea modelos econométricos sobre datos de duración. 

El negocio promedio en nuestra base de datos estaba localizado en una ciudad media del interior, disponía de un empleado en el momento de su creación y contó con una inversión inicial de unos 28,500 euros, operando en el sector servicios. El perfil más habitual de su promotor era el de varón de nacionalidad española, de más de 40 años y con estudios de bachillerato o formación profesional. 

No obstante, el perfil más frecuente difiere cuando se analizan por separado los auto-empleados nacionales y extranjeros. Así pues, las empresas creadas con el apoyo de AE por auto-empleados extranjeros se situaron predominantemente en los centros urbanos regionales y ciudades medias del litoral, que representan polos de atracción de la población inmigrante en Andalucía. El negocio promedio impulsado por los auto-empleados inmigrantes contó con una inversión inicial menor, que ascendió solo a algo más de la tercera parte de la observada en el caso de los promotores nacionales. La edad media del auto-empleado extranjero fue superior a la del nacional y preponderó el perfil femenino, frente al masculino en el caso de los promotores nacionales. Finalmente, entre los inmigrantes fue menor la participación de promotores con estudios de Bachillerato y Formación Profesional, en comparación con lo observado para los auto-empleados nacionales. Sin embargo, entre los auto-empleados extranjeros los porcentajes de promotores con estudios primarios y ESO, así como con estudios universitarios, fueron superiores a los observados en el caso de los auto-empleados nacionales.

Nuestros resultados indican que las probabilidades de supervivencia de los negocios impulsados por emprendedores inmigrantes son menores a las de los puestos en marcha por auto-empleados autóctonos. Como se observa en el gráfico, la curva de supervivencia empírica de los promotores extranjeros está sistemáticamente por debajo de la de los promotores autóctonos. Transcurridos cinco años desde la puesta en marcha del negocio, más de la mitad de los auto-empleados habían abandonado la actividad, en concreto, el 52.97% de los auto-empleados nacionales frente al 65.51% de los extranjeros. Estas diferencias se mantienen cuando se controla mediante métodos econométricos por diversas características básicas de los negocios y de los perfiles personales de los auto-empleados (como la localización, el nivel de inversión inicial y el sector de actividad del negocio y el nivel educativo y el sexo de la persona promotora, entre otras variables). 


Curvas de supervivencia estimadas para los negocios con promotores extranjeros y nacionales (método Kaplan-Meier)



Nuestro análisis se centra en empresas que disfrutaron de apoyo con recursos y asesoramiento público. En el caso de los auto-empleados extranjeros, se trata, por tanto, de emprendedores inmigrantes que tenían un cierto grado de integración en la comunidad de acogida, dado que tuvieron conocimiento de los servicios de apoyo público al emprendimiento y desarrollaron una colaboración efectiva con Andalucía Emprende. A pesar de ello sus tasas de supervivencia se situaron significativamente por debajo de las de los promotores nacionales. Este resultado sugiere la existencia de dificultades particulares para el inicio y la consolidación de las iniciativas emprendedoras en el caso de los auto-empleados de origen extranjero.

La supervivencia en los auto-empleados extranjeros fue inferior a la de los nacionales para todos los grupos por nivel educativo; no obstante, estas diferencias fueron muy amplias para el caso de los auto-empleados con solo educación primaria o ESO; resultaron menores en el caso de los auto-empleados con educación universitaria, reduciéndose aún más en el caso de los auto-empleados con título de bachillerato o formación profesional. 

Los resultados de este trabajo muestran que, en general, la formación del auto-empleado tiene un impacto positivo en la supervivencia de los negocios de nueva creación y que este factor juega un papel aún más relevante para los inmigrantes. Una formación superior parece proporcionar instrumentos cognitivos que permiten a los inmigrantes superar las barreras específicas que afrontan en el desarrollo de sus iniciativas emprendedoras. Así pues, en el caso de los emprendedores extranjeros el nivel de educativo actúa como una “vacuna” frente al cierre de sus negocios. 

De estos resultados pueden derivarse implicaciones directas en relación con las políticas de fomento al emprendimiento en Andalucía. El apoyo a las iniciativas empresariales de la población inmigrante puede jugar un papel relevante para la mejora de la situación económica y laboral de este colectivo y, en consecuencia, para su integración social en la región. No obstante, los servicios de apoyo público deben ser conscientes de las mayores dificultades que experimenta este colectivo de emprendedores y promover iniciativas que favorezcan sus probabilidades de éxito. El establecimiento de procedimientos de atención particularmente diseñados para inmigrantes en los servicios de información y apoyo para la creación de empresas podría ser una aproximación útil a este respecto. Asimismo, a tenor de los resultados de este trabajo, ciertas acciones formativas podrían favorecer la supervivencia y el éxito empresarial de los negocios promovidos por los inmigrantes.

Referencias bibliográficas.

Romero, I. y Fernández-Serrano, J. (2014): “The European Cohesion policy and the promotion of entrepreneurship. The case of Andalusia”, Investigaciones Regionales / Journal of Regional Research, 29, 215-236.

Bellido-Jiménez V. M., Martín-Martín, D. y Romero. I. (2022): “Autoempleo en inmigrantes y supervivencia empresarial de los negocios incubados en Andalucía”. Investigaciones Regionales / Journal of Regional Research, 52, 25–41.


martes, 12 de abril de 2022

EL DINERO SEGÚN MARTIN AMIS

Desde una perspectiva histórica la aparición del dinero representó una innovación social extraordinaria. El dinero facilitó la coordinación a gran escala de la actividad humana más allá del alcance limitado de la colaboración interpersonal sostenida sobre la confianza y de la impuesta a través de la autoridad. El dinero impulsó así el progreso económico y social de la humanidad y se convirtió, desde su nacimiento, en un eje articulador de nuestra realidad, en un elemento central del medio en el que vivimos. De este modo, no es de extrañar que el dinero y las múltiples interpretaciones de su papel en nuestra sociedad hayan tenido reflejo frecuente en la literatura. Uno de los muchos autores contemporáneos que ha reflexionado literariamente sobre el dinero es el escritor británico Martin Amis. 

En su novela “Dinero” (1984) el protagonista y narrador del relato es John Self, un director publicitario de éxito. Self es invitado a Nueva York por un productor cinematográfico quien lo ha contratado para rodar su primera película. Amis retrata al personaje central de su obra como un hedonista auto-destructivo, alcohólico y adicto a la pornografía y a la prostitución. John Self lleva una existencia extremamente desordenada, gasta desmedidamente y vive permanentemente inadaptado al medio social.

Pero la novela tiene otro gran protagonista, el dinero, sobre el que John Self reflexiona constantemente. Self mantiene una actitud contradictoria respecto al dinero. No lo ama, pero lo gasta con desenfreno. Contribuye según él “a que funcione la maquinaria del dinero, hago esto, hago lo otro, hago recados para el dinero”. El dinero le “importa mucho”, pero a la vez le “da por el saco”. El personaje protagonista se enfrenta al dinero con cierto descreimiento: “el dinero no es más que un chiste. O un símbolo. Un símbolo sexual, o de posición social, o un símbolo fálico”. Para él “quizá el dinero sea la gran conspiración, la gran ficción”. 

Señala Self a “la gentuza adinerada y móvil” cuya “etiqueta propia” consiste en “ser desagradable, creer que tienes derecho a todo lo que recibes”, pero interpreta cínicamente ese mismo papel en su vida. Afirma que “hay que ser duro para ganar mucho dinero” porque “el dinero es tan importante para quienes lo tienen como para quienes no” y “si tú quieres mucho, lo que haces es reducir la cantidad que queda para los demás”. 

John Self reconoce que el dinero tiene grandes ventajas. Para empezar “no hay nada tan versátil como el dinero”, aunque probablemente su principal virtud es que “suaviza la decadencia de la vida”, “el dinero frena la caída”. De este modo, “si pudiésemos extender el dinero como una delgada capa por encima de todas las cosas, quizá la vida se suavizara. El mundo estaría más acolchado”. 

En opinión de Self, “el que manda es el dinero. Los únicos que eligen son los que tienen dinero”. Por lo tanto, “el dinero equivale a libertad”, pero paradójicamente “la libertad equivale a dinero. Seguimos necesitando dinero”. Es así como el dinero se convierte en “la gran adicción: todos tenemos esa adicción, y no podemos abandonar ese hábito” y, finalmente, “no hay modo de sacarte de encima ese mono pesado que es el dinero”.

Resulta así que “el dinero nos pisotea, nos acorrala, se nos mea encima, nos pone entre la espada y la pared”, de forma que “si la tierra (…) decidiera suicidarse, ya todos tenemos escritas nuestras notas de suicidio, nuestras notas de dolor: nuestros billetes de banco”. (*)

Para John Self “(…) el dinero apesta. En serio. Y cómo apesta”.


(*) La novela tiene por subtítulo "Una nota de suicidio", jugando con el término inglés note en el doble sentido de "nota" y "billete".

viernes, 18 de marzo de 2022

EL SEGUIMIENTO EN LA ESTRATEGIA DE ESPECIALIZACIÓN INTELIGENTE: IMPORTANCIA Y LIMITACIONES

Mathieu Doussineau e Isidoro Romero. 

Publicado en el blog "La Riqueza de las Regiones" de la Asociación Española de Ciencia Regional.


La implementación del concepto de especialización inteligente (Foray, David y Hall, 2009) en el marco de la política europea de cohesión conlleva el reto de aplicar un marco metodológico genérico para la formulación de políticas a una realidad, como la de la UE, caracterizada por su marcada heterogeneidad regional. Por este motivo, un aspecto fundamental en el desarrollo de la smart specialization strategy (S3) es la capacidad de los gobiernos regionales para dirigir el proceso. Sin embargo, muchas regiones carecen en la práctica de la capacidad institucional para desarrollar una adecuada gobernanza de la estrategia de especialización inteligente. 

En particular, el seguimiento (monitoring) está llamado a actuar como una dimensión fundamental para un buen gobierno de la S3. La función de seguimiento es un componente transversal del ciclo de las políticas públicas, si bien se la suele percibir como un hermano gemelo de la evaluación. El seguimiento es muy a menudo desatendido en el plano académico y en la praxis de los formuladores y gestores de las políticas, quienes lo consideran, erróneamente, como una actividad útil sólo a los efectos de cumplir con los requisitos de auditoría financiera. Por el contrario, en su concepción moderna, el seguimiento resulta una herramienta clave de gestión que debe asistir a las autoridades públicas en la implementación de la estrategia y facilitarles una mejor conexión con otras partes interesadas en la misma (stakeholders).

La especial relevancia de la actividad de seguimiento en el marco de la S3 se deriva de la complejidad intrínseca al propio concepto de especialización inteligente. A su vez, esta complejidad proviene del carácter inclusivo y de “abajo arriba” de la S3, que invoca a la participación de los principales actores del sistema regional de innovación. El concepto de especialización inteligente supone una nueva forma de concebir la política de innovación que reclama la intervención de las partes interesadas como protagonistas del proceso de descubrimiento emprendedor (Fernández, Martínez-Román y Romero, 2019). Es por ello conveniente que los actores implicados (administraciones, organismos intermedios, asociaciones empresariales, universidades, centros de investigación y otros actores de la sociedad civil) se integren en el mecanismo de seguimiento de la S3 para que éste sea un reflejo de la estrategia en sí. 

Por tanto, trasladar en la práctica la propuesta teórica de la S3 conlleva diversos retos y dificultades. A este respecto, pueden señalarse tres limitaciones específicas que se vienen observando en el desarrollo del seguimiento de la S3. 

En primer lugar, los formuladores de las políticas ven en teoría a las partes interesadas como actores cruciales y valoran positivamente su participación en el seguimiento de la S3. Sin embargo, en la práctica, solo otorgan a estos stakeholders un papel más bien pasivo (Kleibrink, Gianele y Doussineau, 2016). Sería conveniente pues que todos los actores implicados en la S3 se involucraran de modo más efectivo en las actividades de seguimiento a fin de que pudieran sentir la estrategia como suya. En este sentido, la confianza es fundamental en las interacciones entre instituciones públicas, empresas privadas, organismos de investigación y otros actores involucrados en la S3. Esta confianza se podría favorecer mediante una comunicación más fluida de la información proveniente del seguimiento para proporcionar a las partes interesadas un conocimiento actualizado sobre la implementación de la estrategia.

Una segunda limitación está asociada a la insuficiente información y a la falta de innovación en la metodología de seguimiento. La principal fuente de información para el seguimiento de la S3 son los datos provenientes de la implementación del programa operativo FEDER y la absorción de fondos relacionada con éste, lo que puede dar una visión limitada del impacto de la estrategia. Se requeriría, por tanto, disponer de un conjunto más amplio de datos y fuentes de información para realizar un seguimiento efectivo de la estrategia. Este problema podría atribuirse a que el seguimiento se sigue ejecutando con modelos tradicionales, sin que se haya adaptado a la nueva forma de abordar la política de innovación que representa la S3. La necesidad de desarrollar otro enfoque para el seguimiento llama a su vez a mejorar las competencias del personal de las administraciones públicas encargado de esta función. 

La tercera limitación observable supone que, aunque los formuladores de las políticas parecen comprender y aplicar la lógica de intervención de la S3, sólo una minoría de ellos establece un vínculo claro entre los indicadores de outputs inmediatos, por un lado, y los resultados y el impacto socioeconómico final de la estrategia, por otro. De este modo, se carece de una “teoría de la implementación” sólida (Weiss, 1998). El débil seguimiento de la “última milla” de la implementación que conduce a los impactos finales merece pues más atención por parte de las autoridades públicas y los organismos responsables de supervisar la S3.

La nueva generación de estrategias de especialización inteligente debe impulsar la innovación y ofrecer un marco de acción política transformadora a escala regional. Una buena gobernanza regional de la S3, que incorpore los arreglos institucionales apropiados, puede elevar la resiliencia de las regiones ante shocks externos y mejorar el impacto de la política de innovación sobre las regiones europeas. Para ello, es fundamental incorporar un sistema de seguimiento más avanzado, que permita identificar las necesidades de las partes interesadas y captar las señales provenientes del exterior para favorecer una implementación más eficaz y eficiente de las actuaciones y generar una retroalimentación que permita re-ajustar adecuadamente el diseño de la estrategia.


Referencias:

Fernández-Serrano J., Martínez-Román, J.A. y Romero, I. (2019): “The entrepreneur in the regional innovation system. A comparative study for high and low-income regions”, Entrepreneurship & Regional Development, 31:5-6, 337-356. https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/08985626.2018.1513079

Foray, D., David, P.A. y Hall, B. (2009): “Smart specialisation – the concept”, Knowledge Economists Policy Brief No. 9.

Kleibrink, A., Gianelle, C. y Doussineau, M. (2016): “Monitoring innovation and territorial development in Europe: emergent strategic management”, European Planning Studies, 24:8, 1438-1458.

https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/09654313.2016.1181717

Weiss, C. H. (1998): Evaluation: Methods for studying programs and policies. Englewood Cliffs, NJ: Prentice Hall.