jueves, 8 de mayo de 2025
BARRERAS A LA DIGITALIZACIÓN DE LA PYME EN ESPAÑA Y NIVEL DE URBANIZACIÓN.
miércoles, 13 de noviembre de 2024
DIFERENCIAS TERRITORIALES EN LAS COMPETENCIAS DIGITALES DE LA POBLACIÓN EN ESPAÑA.
A este respecto, resulta relevante considerar la posible existencia de brechas en el nivel de competencias digitales en España desde una perspectiva territorial, tanto en términos de diferencias regionales como en función de los niveles de urbanización. A este respecto, el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI, 2024) proporciona algunas evidencias interesantes empleando datos de la Encuesta sobre equipamiento y uso de TIC en los hogares elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y armonizada a nivel europeo por Eurostat.
domingo, 22 de septiembre de 2024
DISRUPCIÓN DIGITAL Y PYME
(Publicado en el diario ABC -edición Sevilla- el 6 de septiembre de 2024)
lunes, 25 de marzo de 2024
DIFERENCIAS REGIONALES EN LA ADOPCIÓN DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL POR LAS EMPRESAS EN ESPAÑA.
Entrada publicada en el blog "La riqueza de las regiones" de la Asociación Española de Ciencia Regional.
La aplicación de los avances en inteligencia artificial (IA) generará en las próximas décadas un impacto substancial sobre la productividad y la competitividad de las empresas. La IA puede permitir optimizar los procesos al facilitar el análisis de grandes volúmenes de datos de manera rápida y precisa, identificando patrones, tendencias y oportunidades que de otro modo podrían pasar desapercibidas. Esto permitirá a las empresas tomar decisiones más informadas y eficientes. La automatización de tareas rutinarias y la optimización de las cadenas de suministro contribuirán a reducir igualmente los costes operativos y mejorar la calidad de los productos y servicios ofrecidos. La IA podría favorecer el análisis predictivo y la generación de ideas creativas, estimulando el proceso de desarrollo de nuevos productos, servicios y modelos de negocio. De igual modo, la implementación de la IA traerá consigo oportunidades laborales, asociadas a la demanda de nuevas habilidades como el análisis de datos, la programación de algoritmos y la gestión de sistemas inteligentes, entre otros campos, al mismo tiempo que destruirá otros puestos de trabajo relacionados con tareas que podrán automatizarse. A este respecto, el complejo proceso adopción de la IA por las empresas y los resultados derivados del mismo podrían conllevar asimetrías en el plano espacial que generen un impacto sensible sobre las trayectorias económicas regionales en un futuro próximo. Desde esta perspectiva, resulta interesante observar cuál es la situación actual, en términos de implementación empresarial de la IA, en las distintas Comunidades Autónomas españolas.
El gráfico que acompaña esta entrada muestra el porcentaje de las empresas españolas (excluyendo a las microempresas con menos de 10 trabajadores) que al inicio de 2023 estaban empleando aplicaciones de IA en sus negocios. Los datos proceden de la Encuesta sobre el Uso de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y del Comercio Electrónico en las Empresas elaborada por el Instituto Nacional de Estadística. Puede observarse en el gráfico que aproximadamente una de cada diez empresas españolas con 10 o más empleados utiliza ya la IA. Este dato global esconde, en cualquier caso, diferencias regionales significativas. Así pues, son cuatro las CC.AA. que se sitúan por encima de la media nacional, mostrando una mayor penetración de la IA en sus empresas. Son los casos de la Comunidad de Madrid, Cataluña, La Rioja y País Vasco. Por el contrario, dejando al margen el caso de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, los territorios con un menor nivel de adopción de la IA en sus empresas son Extremadura, los dos archipiélagos, Cantabria, Murcia y Castilla-La Mancha. De este modo, se abre una brecha regional significativa en la implementación de la IA, como muestra que el grado de penetración de esta tecnología en las empresas madrileñas es más del doble del observado para las empresas extremeñas.
Parte de estas diferencias se encuentra asociada a la estructura productiva sectorial de las economías regionales. En el conjunto de la economía española, el sector servicios es el que muestra un mayor grado de penetración de la IA, seguido de la industria. El comportamiento en el caso de los servicios es atribuible principalmente a los más intensivos en conocimiento. La especialización en servicios avanzados e industria podría explicar, por tanto, el mayor grado de adopción de la IA en los casos de la Comunidad de Madrid, Cataluña o País Vasco. Por el contrario, la especialización turística de Baleares y Canarias parece no beneficiar la implementación de la IA, al igual que la especialización agraria de Extremadura y Castilla-La Mancha. En el caso de la Región de Murcia se manifestarían ambas especializaciones como factores limitantes de la adopción de la IA.
Gráfico. Porcentaje de empresas de 10 o más trabajadores que emplean tecnologías de inteligencia artificial por Comunidades Autónomas (y conjunto nacional) (%).
Primer trimestre de 2023
Fuente: Encuesta sobre el Uso de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y del Comercio Electrónico en las Empresas, Instituto Nacional de Estadística (2023).
Los datos del INE no permiten analizar la penetración de la IA en las microempresas (entre 1 y 9 asalariados) por CC.AA., pero cabe esperar que existan diferencias regionales relevantes en línea con lo observado para las empresas de mayor tamaño. Las microempresas representan en torno a un 20% del empleo a escala nacional y podrían verse amenazadas por la falta de incorporación en su actividad de los avances de la IA. El INE sí proporciona un dato global de adopción de la IA en las microempresas a escala nacional, situando el porcentaje en un 5,8%, marcadamente por debajo del nivel alcanzado en las empresas con 10 trabajadores o más (9,6%). Este diferencial entre las microempresas con respecto a las pyme y grandes empresas también podría llevar aparejado un cierto efecto espacial adicional, debido a las diferencias existentes en la estructura dimensional del tejido empresarial por CC.AA. De este modo, a título de ejemplo, el porcentaje de microempresas respecto al número total de empresas es cinco puntos porcentuales superior en Extremadura respecto a la Comunidad de Madrid.
De materializarse las expectativas de impacto de la IA sobre la productividad empresarial, las diferencias regionales de adopción de esta tecnología podrían conducir a un incremento de las disparidades económicas regionales en nuestro país. Por lo tanto, es importante que los gobiernos regionales sean conscientes de la relevancia que tiene el proceso de adopción de la IA en las empresas a fin de impulsar la competitividad empresarial y el crecimiento regional en un marco de convergencia. Asimismo, conviene que las administraciones regionales sean sensibles a las limitaciones específicas a las que se enfrenta el proceso de adopción de la IA en las empresas de menor tamaño, como consecuencia de su más difícil acceso a recursos tecnológicos, humanos y financieros.
Nota: Esta entrada es parte del Proyecto de I+D+I “Factor empresarial, ecosistemas digitales y transformación digital de la pyme” -DIGIPYME- (PID2020-113384GB-I00) financiado por MICIU/AEI/10.13039/501100011033.
domingo, 19 de noviembre de 2023
BRECHAS DIGITALES Y URBANIZACIÓN: SOBRE LA DIGITALIZACIÓN DE LAS PYMES EN ZONAS URBANAS Y RURALES
jueves, 23 de marzo de 2023
PUEBLOS INTELIGENTES Y DESARROLLO RURAL
Entrada elaborada con Almudena Prieto Pineda y publicada en el blog "La riqueza de las regiones" de la Asociación Española de Ciencia Regional.
El concepto de "pueblo inteligente" (smart village) hace referencia a la aplicación de las tecnologías de la información y la comunicación en el ámbito local y a la transformación digital de los municipios rurales que puede derivarse de ella. Este concepto está directamente asociado al de “ciudad inteligente” (smart city), aunque ha tenido un menor desarrollo.
Nota: Esta entrada se enmarca en el Proyecto “Factor
empresarial, ecosistemas digitales y transformación digital de la pyme”
-DIGIPYME- (PID2020-113384GB-I00) financiado en la convocatoria 2020 de
«Proyectos de I+D+i» del Programa Estatal de Generación de Conocimiento y
Fortalecimiento Científico y Tecnológico del Sistema de I+D+i del Ministerio de
Ciencia e Innovación.
Referencias
Unión Europea
(2018): Smart Villages Bled Declaration
for a Smarter Future of the Rural Areas in the EU, disponible en: https://pametne-vasi.info/wp-content/uploads/2018/04/Bled-declaration-for-a-Smarter-Future-of-the-Rural-Areas-in-EU.pdf
European Network for Rural Development (2016): Folleto de ejemplos de proyectos. Fondo Europeo de Desarrollo Rural.
Zonas Rurales Inteligentes y Competitivas, Oficina de Publicaciones de la
Unión Europea, https://enrd.ec.europa.eu/sites/default/files/publi-eafrd-brochure-02_es_2016.pdf
European Network for Rural Development (2023):
Smart Villages Portal, https://enrd.ec.europa.eu/smart-and-competitive-rural-areas/smart-villages/smart-villages-portal_en
jueves, 17 de noviembre de 2022
¿TIENEN ÉXITO LOS EMPRENDEDORES INMIGRANTES? UN ANÁLISIS DE LA SUPERVIVENCIA EMPRESARIAL DE LOS NEGOCIOS CON INCUBACIÓN PÚBLICA EN ANDALUCÍA
Entrada elaborada con Víctor Bellido Jiménez y Domingo Martín Martín y publicada en el blog "La riqueza de las regiones" de la Asociación Española de Ciencia Regional.
La creación de un negocio proporciona un medio de vida y puede mejorar la situación socioeconómica de los inmigrantes, especialmente en el caso de los que muestran una desventajosa inserción en el mercado de trabajo. A este respecto, la supervivencia de las empresas creadas por inmigrantes puede considerarse un indicador elemental del éxito de sus iniciativas empresariales.
En un reciente trabajo publicado en la revista Investigaciones Regionales – Journal of Regional Research- (Bellido-Jiménez, Martín-Martín y Romero, 2022) analizamos la supervivencia de las empresas incubadas por la Fundación Andalucía Emprende (AE). AE ha sido el instrumento fundamental de la Junta de Andalucía para la promoción del emprendimiento y el desarrollo de la pyme en las últimas dos décadas. La actuación de AE se enmarca en el esfuerzo desplegado por el gobierno regional para impulsar el espíritu empresarial y la actividad emprendedora en Andalucía (Romero y Fernández-Serrano, 2014).
Nuestro análisis se construye a partir de un estudio de la supervivencia anual de 1,974 negocios incubados por los servicios de apoyo público de esta fundación en el período 2009-14, incluyendo iniciativas impulsadas por auto-empleados (empresarios individuales) de nacionalidad española y extranjeros. Desde la perspectiva metodológica, el análisis emplea modelos econométricos sobre datos de duración.
El negocio promedio en nuestra base de datos estaba localizado en una ciudad media del interior, disponía de un empleado en el momento de su creación y contó con una inversión inicial de unos 28,500 euros, operando en el sector servicios. El perfil más habitual de su promotor era el de varón de nacionalidad española, de más de 40 años y con estudios de bachillerato o formación profesional.
No obstante, el perfil más frecuente difiere cuando se analizan por separado los auto-empleados nacionales y extranjeros. Así pues, las empresas creadas con el apoyo de AE por auto-empleados extranjeros se situaron predominantemente en los centros urbanos regionales y ciudades medias del litoral, que representan polos de atracción de la población inmigrante en Andalucía. El negocio promedio impulsado por los auto-empleados inmigrantes contó con una inversión inicial menor, que ascendió solo a algo más de la tercera parte de la observada en el caso de los promotores nacionales. La edad media del auto-empleado extranjero fue superior a la del nacional y preponderó el perfil femenino, frente al masculino en el caso de los promotores nacionales. Finalmente, entre los inmigrantes fue menor la participación de promotores con estudios de Bachillerato y Formación Profesional, en comparación con lo observado para los auto-empleados nacionales. Sin embargo, entre los auto-empleados extranjeros los porcentajes de promotores con estudios primarios y ESO, así como con estudios universitarios, fueron superiores a los observados en el caso de los auto-empleados nacionales.
Nuestros resultados indican que las probabilidades de supervivencia de los negocios impulsados por emprendedores inmigrantes son menores a las de los puestos en marcha por auto-empleados autóctonos. Como se observa en el gráfico, la curva de supervivencia empírica de los promotores extranjeros está sistemáticamente por debajo de la de los promotores autóctonos. Transcurridos cinco años desde la puesta en marcha del negocio, más de la mitad de los auto-empleados habían abandonado la actividad, en concreto, el 52.97% de los auto-empleados nacionales frente al 65.51% de los extranjeros. Estas diferencias se mantienen cuando se controla mediante métodos econométricos por diversas características básicas de los negocios y de los perfiles personales de los auto-empleados (como la localización, el nivel de inversión inicial y el sector de actividad del negocio y el nivel educativo y el sexo de la persona promotora, entre otras variables).
Curvas de supervivencia estimadas para los negocios con promotores extranjeros y nacionales (método Kaplan-Meier)
Nuestro análisis se centra en empresas que disfrutaron de apoyo con recursos y asesoramiento público. En el caso de los auto-empleados extranjeros, se trata, por tanto, de emprendedores inmigrantes que tenían un cierto grado de integración en la comunidad de acogida, dado que tuvieron conocimiento de los servicios de apoyo público al emprendimiento y desarrollaron una colaboración efectiva con Andalucía Emprende. A pesar de ello sus tasas de supervivencia se situaron significativamente por debajo de las de los promotores nacionales. Este resultado sugiere la existencia de dificultades particulares para el inicio y la consolidación de las iniciativas emprendedoras en el caso de los auto-empleados de origen extranjero.
La supervivencia en los auto-empleados extranjeros fue inferior a la de los nacionales para todos los grupos por nivel educativo; no obstante, estas diferencias fueron muy amplias para el caso de los auto-empleados con solo educación primaria o ESO; resultaron menores en el caso de los auto-empleados con educación universitaria, reduciéndose aún más en el caso de los auto-empleados con título de bachillerato o formación profesional.
Los resultados de este trabajo muestran que, en general, la formación del auto-empleado tiene un impacto positivo en la supervivencia de los negocios de nueva creación y que este factor juega un papel aún más relevante para los inmigrantes. Una formación superior parece proporcionar instrumentos cognitivos que permiten a los inmigrantes superar las barreras específicas que afrontan en el desarrollo de sus iniciativas emprendedoras. Así pues, en el caso de los emprendedores extranjeros el nivel de educativo actúa como una “vacuna” frente al cierre de sus negocios.
De estos resultados pueden derivarse implicaciones directas en relación con las políticas de fomento al emprendimiento en Andalucía. El apoyo a las iniciativas empresariales de la población inmigrante puede jugar un papel relevante para la mejora de la situación económica y laboral de este colectivo y, en consecuencia, para su integración social en la región. No obstante, los servicios de apoyo público deben ser conscientes de las mayores dificultades que experimenta este colectivo de emprendedores y promover iniciativas que favorezcan sus probabilidades de éxito. El establecimiento de procedimientos de atención particularmente diseñados para inmigrantes en los servicios de información y apoyo para la creación de empresas podría ser una aproximación útil a este respecto. Asimismo, a tenor de los resultados de este trabajo, ciertas acciones formativas podrían favorecer la supervivencia y el éxito empresarial de los negocios promovidos por los inmigrantes.
Referencias bibliográficas.
Romero, I. y Fernández-Serrano, J. (2014): “The European Cohesion policy and the promotion of entrepreneurship. The case of Andalusia”, Investigaciones Regionales / Journal of Regional Research, 29, 215-236.
Bellido-Jiménez V. M., Martín-Martín, D. y Romero. I. (2022): “Autoempleo en inmigrantes y supervivencia empresarial de los negocios incubados en Andalucía”. Investigaciones Regionales / Journal of Regional Research, 52, 25–41.
martes, 12 de abril de 2022
EL DINERO SEGÚN MARTIN AMIS

viernes, 18 de marzo de 2022
EL SEGUIMIENTO EN LA ESTRATEGIA DE ESPECIALIZACIÓN INTELIGENTE: IMPORTANCIA Y LIMITACIONES
Mathieu Doussineau e Isidoro Romero.
Publicado en el blog "La Riqueza de las Regiones" de la Asociación Española de Ciencia Regional.
La implementación del concepto de especialización inteligente (Foray, David y Hall, 2009) en el marco de la política europea de cohesión conlleva el reto de aplicar un marco metodológico genérico para la formulación de políticas a una realidad, como la de la UE, caracterizada por su marcada heterogeneidad regional. Por este motivo, un aspecto fundamental en el desarrollo de la smart specialization strategy (S3) es la capacidad de los gobiernos regionales para dirigir el proceso. Sin embargo, muchas regiones carecen en la práctica de la capacidad institucional para desarrollar una adecuada gobernanza de la estrategia de especialización inteligente.
En particular, el seguimiento (monitoring) está llamado a actuar como una dimensión fundamental para un buen gobierno de la S3. La función de seguimiento es un componente transversal del ciclo de las políticas públicas, si bien se la suele percibir como un hermano gemelo de la evaluación. El seguimiento es muy a menudo desatendido en el plano académico y en la praxis de los formuladores y gestores de las políticas, quienes lo consideran, erróneamente, como una actividad útil sólo a los efectos de cumplir con los requisitos de auditoría financiera. Por el contrario, en su concepción moderna, el seguimiento resulta una herramienta clave de gestión que debe asistir a las autoridades públicas en la implementación de la estrategia y facilitarles una mejor conexión con otras partes interesadas en la misma (stakeholders).
La especial relevancia de la actividad de seguimiento en el marco de la S3 se deriva de la complejidad intrínseca al propio concepto de especialización inteligente. A su vez, esta complejidad proviene del carácter inclusivo y de “abajo arriba” de la S3, que invoca a la participación de los principales actores del sistema regional de innovación. El concepto de especialización inteligente supone una nueva forma de concebir la política de innovación que reclama la intervención de las partes interesadas como protagonistas del proceso de descubrimiento emprendedor (Fernández, Martínez-Román y Romero, 2019). Es por ello conveniente que los actores implicados (administraciones, organismos intermedios, asociaciones empresariales, universidades, centros de investigación y otros actores de la sociedad civil) se integren en el mecanismo de seguimiento de la S3 para que éste sea un reflejo de la estrategia en sí.
Por tanto, trasladar en la práctica la propuesta teórica de la S3 conlleva diversos retos y dificultades. A este respecto, pueden señalarse tres limitaciones específicas que se vienen observando en el desarrollo del seguimiento de la S3.
En primer lugar, los formuladores de las políticas ven en teoría a las partes interesadas como actores cruciales y valoran positivamente su participación en el seguimiento de la S3. Sin embargo, en la práctica, solo otorgan a estos stakeholders un papel más bien pasivo (Kleibrink, Gianele y Doussineau, 2016). Sería conveniente pues que todos los actores implicados en la S3 se involucraran de modo más efectivo en las actividades de seguimiento a fin de que pudieran sentir la estrategia como suya. En este sentido, la confianza es fundamental en las interacciones entre instituciones públicas, empresas privadas, organismos de investigación y otros actores involucrados en la S3. Esta confianza se podría favorecer mediante una comunicación más fluida de la información proveniente del seguimiento para proporcionar a las partes interesadas un conocimiento actualizado sobre la implementación de la estrategia.
Una segunda limitación está asociada a la insuficiente información y a la falta de innovación en la metodología de seguimiento. La principal fuente de información para el seguimiento de la S3 son los datos provenientes de la implementación del programa operativo FEDER y la absorción de fondos relacionada con éste, lo que puede dar una visión limitada del impacto de la estrategia. Se requeriría, por tanto, disponer de un conjunto más amplio de datos y fuentes de información para realizar un seguimiento efectivo de la estrategia. Este problema podría atribuirse a que el seguimiento se sigue ejecutando con modelos tradicionales, sin que se haya adaptado a la nueva forma de abordar la política de innovación que representa la S3. La necesidad de desarrollar otro enfoque para el seguimiento llama a su vez a mejorar las competencias del personal de las administraciones públicas encargado de esta función.
La tercera limitación observable supone que, aunque los formuladores de las políticas parecen comprender y aplicar la lógica de intervención de la S3, sólo una minoría de ellos establece un vínculo claro entre los indicadores de outputs inmediatos, por un lado, y los resultados y el impacto socioeconómico final de la estrategia, por otro. De este modo, se carece de una “teoría de la implementación” sólida (Weiss, 1998). El débil seguimiento de la “última milla” de la implementación que conduce a los impactos finales merece pues más atención por parte de las autoridades públicas y los organismos responsables de supervisar la S3.
La nueva generación de estrategias de especialización inteligente debe impulsar la innovación y ofrecer un marco de acción política transformadora a escala regional. Una buena gobernanza regional de la S3, que incorpore los arreglos institucionales apropiados, puede elevar la resiliencia de las regiones ante shocks externos y mejorar el impacto de la política de innovación sobre las regiones europeas. Para ello, es fundamental incorporar un sistema de seguimiento más avanzado, que permita identificar las necesidades de las partes interesadas y captar las señales provenientes del exterior para favorecer una implementación más eficaz y eficiente de las actuaciones y generar una retroalimentación que permita re-ajustar adecuadamente el diseño de la estrategia.
Referencias:
Fernández-Serrano J., Martínez-Román, J.A. y Romero, I. (2019): “The entrepreneur in the regional innovation system. A comparative study for high and low-income regions”, Entrepreneurship & Regional Development, 31:5-6, 337-356. https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/08985626.2018.1513079
Foray, D., David, P.A. y Hall, B. (2009): “Smart specialisation – the concept”, Knowledge Economists Policy Brief No. 9.
Kleibrink, A., Gianelle, C. y Doussineau, M. (2016): “Monitoring innovation and territorial development in Europe: emergent strategic management”, European Planning Studies, 24:8, 1438-1458.
https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/09654313.2016.1181717
Weiss, C. H. (1998): Evaluation: Methods for studying programs and policies. Englewood Cliffs, NJ: Prentice Hall.
jueves, 28 de octubre de 2021
LA BRECHA DIGITAL EMPRESARIAL EN ESPAÑA: DIFERENCIAS REGIONALES Y DIMENSIONALES
(Publicado en el blog "La riqueza de las regionales" de la Asociación Española de Ciencia Regional).
Las próximas décadas van a estar marcadas por el impacto de la digitalización sobre el crecimiento económico y la transformación del sistema productivo. La revolución digital, pese a su potencial para mejorar la vida de las personas, no está exenta de riesgos y amenazas, entre ellos, la aparición de brechas digitales entre grupos sociales, empresas y territorios.
Desde la perspectiva empresarial, podemos estudiar el nivel de digitalización en España empleando los datos de la “Encuesta sobre el uso de TIC y comercio electrónico en las empresas” que elabora el Instituto Nacional de Estadística. Esta fuente permite observar las diferencias regionales en el nivel de digitalización de las empresas, así como aproximarnos a la brecha digital en función del tamaño empresarial, al realizarse la encuesta de forma separada para las microempresas de hasta 9 trabajadores y para el resto de empresas (con 10 trabajadores o más). En esta entrada presentaremos algunos resultados respecto a ambas cuestiones a partir de los últimos datos publicados referidos al primer trimestre de 2020.
Nos aproximaremos aquí al nivel de digitalización utilizando, como indicador sintético simple, la media aritmética de los siguientes ocho indicadores (disponibles en la encuesta por CC.AA. y para las empresas de los dos grupos dimensionales señalados):
- Empresas que disponen de ordenadores (%).
- Empresas que disponen de conexión a Internet (%).
- Empresas que emplean especialistas en TIC (%).
- Empresas que proporcionaron a sus empleados dispositivos portátiles con conexión móvil a Internet para uso empresarial (%).
- Empresas que disponen de página web (%).
- Empresas que usaron Internet para interactuar con las administraciones públicas (%).
- Empresas que utilizan los medios sociales (%).
- Empresas que compran algún servicio de cloud computing (%).
El Gráfico 1 ilustra los resultados que se obtienen para el caso de las microempresas. Puede comprobarse que es en la Comunidad de Madrid donde las microempresas muestran un mayor nivel de digitalización, seguida de la Comunidad Valenciana, Canarias, Murcia y País Vasco. Por el contrario, Baleares, La Rioja y Castilla-La Mancha son las CC.AA. que muestran niveles más bajos de digitalización de sus microempresas. Esto determina una brecha interregional máxima en términos de digitalización de las microempresas de 6,44 puntos porcentuales -observada entre Madrid y Baleares- (excluimos a efectos de este cálculo los casos de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla).
Gráfico 1. Nivel de digitalización de las microempresas (con menos de 10 empleados) por CC.AA.
(1er trimestre de 2020)
Fuente: Elaboración propia a partir de la “Encuesta sobre el uso de TIC y comercio electrónico en las empresas”, Instituto Nacional de Estadística.
En el caso de las empresas con 10 empleados o más (véase Gráfico 2), la comunidad autónoma que presenta mejores resultados es de nuevo Madrid, seguida de Cataluña, mientras que los peores resultados corresponden a Castilla-La Mancha, Andalucía y Extremadura. La brecha interregional máxima -observada entre la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha- se sitúa en este caso en 7,89 puntos porcentuales.
Gráfico 2. Nivel de digitalización de las empresas con 10 empleados o más por CC.AA.
(1er trimestre de 2020)
Fuente: Elaboración propia a partir de la “Encuesta sobre el uso de TIC y comercio electrónico en las empresas”, Instituto Nacional de Estadística.
Por tanto, si bien existen algunas diferencias relevantes entre CC.AA., la brecha digital más amplia y significativa es la que se observa entre las microempresas y el resto del tejido empresarial. Esta brecha digital dimensional, que se muestra en la última columna de la Tabla 1, se sitúa en un orden de magnitud en torno a cuatro veces la brecha máxima interregional.
Tabla 1. Niveles de digitalización empresarial. Brechas digitales regional y dimensional
(1er trimestre de 2020)

(*) Algunos de los indicadores utilizados son presentados por el INE como porcentaje de las empresas con conexión a Internet. Aquí se han utilizado recalculándolos como porcentaje del conjunto de las empresas en cada segmento dimensional.
(**) La brecha regional máxima se calcula como diferencia entre los valores máximo y mínimo de cada indicador para las CC.AA., excluyendo los casos particulares de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
La brecha digital asociada a la dimensión empresarial resulta aun más preocupante al considerar que las microempresas representan el 95% de la población total de empresas españolas y que muestran bajos niveles de productividad, tanto en comparación con las empresas de mayor tamaño, como respecto a sus homólogas en las principales economías de la UE. El éxito de la transformación digital en España estará condicionado, por tanto, por la capacidad de impulsar la digitalización en las empresas de menor tamaño, lo que constituye, por otra parte, una oportunidad para favorecer su crecimiento y paliar el problema de atomización que afecta estructuralmente a nuestro tejido empresarial.
Nota: Esta entrada se enmarca en el Proyecto “Factor empresarial, ecosistemas digitales y transformación digital de la pyme” -DIGIPYME- (PID2020-113384GB-I00) financiado en la convocatoria 2020 de «Proyectos de I+D+i» del Programa Estatal de Generación de Conocimiento y Fortalecimiento Científico y Tecnológico del Sistema de I+D+i del Ministerio de Ciencia e Innovación.